A quien conocí en mi camino

No soy realmente una fotógrafa de personas. Me fascina la naturaleza en todas sus facetas. La primera vez que fotografié a la gente fue durante mi viaje a Argentina en 2017. Fue una experiencia especial, que no me gustaría perderme en el futuro.

La población indígena por ejemplo, que conocí en un pueblo cerca de Iguazú, eran muy hospitalarios. Compartieron lo poco que tenían conmigo y me invitaron a tomar un mate y maíz tostado en la mazorca. Los niños me miraban con curiosidad. Fueron atraídos por mi altura de 1,80 m y mi pelo rubio y rizado. Primero me tomaron una foto con mi cámara y luego se divirtieron mucho cuando les tomé unas fotos.

Las personas que conocí durante mi viaje por Bután irradiaban una dignidad y una grandeza que nunca había visto antes. Nada los preocupa, están profundamente relajados y completamente en paz con ellos mismos y su existencia.